Estás llamado a
avanzar en la ruta del crecimiento personal y en general todo el
mundo lo hace, porque siempre se están aprendiendo nuevas cosas, no
obstante, si no existe un plan serio de metas, los avances son
extremadamente limitados y es posible caer en escenarios indeseables
y sentirte frustrado con tu estilo de vida.
Alcanzar grandes
metas es satisfactorio, pero a la vez muy desafiante, ya que la mente
ama la zona de confort y una vez que se acomoda bajo ciertas
experiencias, circunstancias y resultados, se tiende a seguir en lo
mismo, el problema es que esta rutina puede llevar a serias
frustraciones y luego lamentarse de no haber tomado las decisiones
adecuados.
El crecimiento
personal implica asumir riesgos, porque si defines METAS PODEROSAS con la finalidad de transformar tu vida, eso no
significa que el proceso de transformación será fácil, a veces es
necesario llevar la vida a un escenario difícil, donde estés
obligado a realizar actividades que nunca hubieras imaginado que
realizarías y simplemente debes luchar a diario con una increíble
determinación a fin de hacer realidad los sueños.
Tal y como lo decía
Jim Rhon “es mejor pagar el precio de la disciplina que pagar el
precio la mediocridad”. Porque cuando tu vida se estanca, entonces
cada día puede volverse un verdadero suplicio y sentirás que
literalmente estás en el infierno.
A fin de evitar una
vida insatisfactoria, lo mejor es tomar la decisión ahora mismo de
construir una vida plena, actúa con determinación y usa toda tu
FUERZA DE VOLUNTAD para avanzar por el sendero del bienestar, el
sacrificio solo es al inicio, una vez que te adaptas, todo se hace
mucho más sencillo y comienzas a obtener grandes resultados.
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