La tecnología ha cambiado radicalmente cómo percibimos y experimentamos el mundo externo. La tecnología nos ha proporcionado herramientas para ver, oír y sentir cosas que de otra manera no podríamos, pero también ha cambiado nuestra relación con el mundo y nuestras experiencias con él.
La tecnología nos ha dado la
capacidad de tener acceso a diferentes mundos a través de la realidad virtual y
la realidad aumentada. Nos ha permitido la observación del universo a través de
los telescopios y microscopios modernos. También ha transformado nuestra forma
de comunicarnos y sociales, cambiando nuestro sentido de la conexión humana y
la información en la actualidad.
La tecnología nos ha hecho
más conscientes de nuestro entorno y de lo que sucede en el mundo en general.
Las noticias y la información están disponibles constantemente, lo que
significa que somos más conscientes de los eventos en todo el mundo. A su vez,
esto puede afectar cómo vemos eventos y cómo reaccionamos ante ellos.
Por otro lado, la tecnología
también ha creado una especie de burbuja en la que estamos desconectados del
mundo exterior. Podemos estar tan inmersos en nuestros dispositivos
tecnológicos que perdemos el contacto con el mundo real, y esto puede tener
efectos perjudiciales en nuestras relaciones y en nuestra SALUD
MENTAL Y FÍSICA.
Además, la tecnología
también puede cambiar cómo percibimos el mundo que nos rodea. Por ejemplo, la
tecnología de procesamiento de imágenes ha cambiado cómo vemos y percibimos la
belleza. La tecnología ha creado estándares de belleza basados en la apariencia
en línea y esto puede influir en cómo las personas se ven a sí mismas y cómo se
juzgan su imagen corporal.
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